El cuerpo de la empresaria Ivone Carnero Tapullima (55), quien desapareció el domingo en la madrugada, fue hallada enterrada en un arenal de la capital Lima Perú.
El cadáver fue ubicado tras la confesión del venezolano Oswaldo Antonio Escobar Rumbos (24) ante la Policía, que ya lo tenía como principal sospechoso del crimen tras determinar, a través del GPS de su celular, que estuvo en el lugar donde fue abandonado el automóvil de la víctima.
Además, los agentes especializados establecieron que Escobar Rumbos mantuvo diálogos telefónicos con Carnero antes de su desaparición. Incluso, señalan que hay imágenes de cámaras de seguridad que lo vinculan con el crimen.
La mujer habría sido torturada y asfixiada antes de ser enterrada, ya que su cabeza estaba envuelta en una bolsa de plástico. El magistrado señaló que se investigará si el venezolano tuvo un cómplice.
La Policía maneja la hipótesis de que la empresaria, dedicada al préstamo de dinero, así como a la venta y alquiler de vehículos y motos, habría supuestamente entregado 15 mil soles (más de $3 mil) a Escobar Rumbos y a un compatriota de él para que otorguen préstamos a través de la modalidad del ‘gota a gota’, pero ellos decidieron matarla al no poder devolver el dinero.
Con información de: Cactus 24
