Continúa el operativo en Marruecos para salvar a Rayan, el niño de 5 años que el martes pasado cayó en un pozo seco de 32 metros, un espacio pequeño y de difícil acceso. Las máquinas excavadoras ya llegaron hasta el lugar en donde está el menor. De acuerdo con lo publicado por el diario local Le360, el equipo de rescate ya llegó hasta el niño y ahora los médicos de Protección Civil, con un anestesiólogo-reanimador a la cabeza, intentan sacarlo del pozo en camilla.
Según lo detallado además por la televisión local pública M2, este es el momento más delicado del operativo, debido a que los socorristas ya se encuentran a pocos centímetros del niño y es cuando mayor peligro de derrumbe hay.
Rayan, de 5 años, cayó el 1 de febrero en un pozo de la localidad de Ighran, cerca de la ciudad de Bab Berred, en la provincia de Chefchauen, al norte de Marruecos. Los sistemas de rescate del país avanzaron desde los 32 metros que lo separan de la superficie a centímetros de donde está. Y continúan.
La tarea no fue fácil. Los dos últimos metros para alcanzar al niño en el fondo del pozo fueron los más difíciles por los riesgos de desmoronamiento, que continúa, según aseguraron rescatistas, quienes debieron cavar un túnel horizontal con la ayuda de 11 personas, entre las cuales se encuentran expertos en perforación, efectivos de la Protección Civil y topógrafos.
Aunque la caída fue pronunciada, según cámaras de los sistemas de rescate, Rayan da señales de vida: se lo ve consciente y con heridas en la cabeza. El operativo tiene un helicóptero preparado para atenderlo y trasladarlo. El responsable del comité de seguimiento y vigilancia del rescate, Abdelhadi Tamrani, aseguró hoy que se está insuflando oxígeno de forma continua al niño, según publicó hoy el diario La Vanguardia.
Por su parte las autoridades dijeron que los equipos técnicos se encargan de garantizar la seguridad del perímetro. Uno de los responsables del operativo declaró: “Ya casi hemos llegado. Trabajamos de manera constante. El cansancio se hace sentir, pero todos los equipos están resistiendo a pesar de los imprevistos”. Y agregó: “Rezamos a Dios”. A su vez, el viernes por la noche, el padre de Rayan aseguró: “Conservo la esperanza de que me hijo saldrá vivo de ese pozo”.
Habitantes de la zona se mostraron solidarios con el niño y fueron al lugar para realizar un campamento de vigilia, a pesar de las bajas temperaturas entre las montañas de Rif, a 700 metros sobre el nivel del mar. Uno de los voluntarios del operativo indicó: “Vinimos a apoyar a los socorristas, Rayan es un niño de nuestra región, rezamos a Dios para que se salve. No nos iremos hasta que salga del pozo”.