Antonio tiene 30 años de edad, había perdido su rumbo por su adicción al alcohol y otras drogas, pero, afortunadamente entró al programa de Alcohólicos Anónimos y ahora disfruta su vida sin una gota de licor y ayuda a otros.
Relató que su adicción comenzó a sus 15 años, donde era un consumidor “normal”, bebía poco, pero fue aumentando la cantidad progresivamente.
Asegura que el alcoholismo es una enfermedad crónica, progresiva y mortal, en algunos casos.
Su carrera de bebedor fue corta, otros se dan cuenta a los 40 años de edad, pero él, afortunadamente buscó ayuda en un centro de rehabilitación y conoció de AA.
“No concebía mi vida sin licor, ir a la playa sin una cava, ir al club y no echarme palos”, manifestó.
No era un tomador diario, pero los viernes tenía la necesidad de beber y nunca consiguió ese trago que le hacía daño. De ahí venían las drogas.
Dejaba de beber unos tres meses cuando chocaba un carro, pero luego volvía a hacerlo, según relató en entrevista con Sandy Aveledo, por Unión Radio.
Señaló que muchas veces dicen que el alcoholismo es la enfermedad del alma, se trata de tapar algo, se bebe para olvidar o drenar, hay una raíz emocional, pero también es una cuestión de suerte.
“Me preguntaba por qué yo, investigué la parte científica, pero aún no se sabe si hay una predisposición genética, hereditaria, inducida”, dijo.
AA está en 180 países y en Carabobo hay más de 14 grupos en zonas como Naguanagua, Redoma de Guaparo, Unitec, al sur de Valencia. Pueden llamar al 0501-7627467 0414-4318295.
El primer paso del plan es reconocer que hay un problema, luego procurar no beber el primer trago “sólo por hoy”.
Los demás pasos son principios de vida.
Así lleva Antonio siete años, se sigue divirtiendo, pero ahora toma bebidas energizantes y hace ejercicios. Vive de manera saludable.
De sus amigos sólo quedaron cinco, los verdaderos.
“Hay demasiado miedo de esa palabra alcohólico, pero hoy doy gracias a Dios por mi vida y fue gracias a reconocer que había un problema”, señaló.
“Si se puede vivir mejor, sobrio, feliz y útil, sin esa etiqueta de enfermo alcohólico”, añadió.