El Gobierno venezolano denunció este miércoles un “nuevo sabotaje” contra la estructura que distribuye todo el combustible hacia las entidades orientales del país, perpetrado en las instalaciones del Poliducto de Oriente, ubicado en el estado Anzoátegui.
Así lo detalló un documento de la Comisión Presidencial Alí Rodríguez Araque difundido por el ministro de Comunicación e Información, Freddy Ñáñez, en el que se resalta que el estallido provocado el martes 11 de enero es una “acción criminal”.
De acuerdo al referido texto, el acto “forma parte de la guerra permanente dirigida por los grupos pertenecientes a la extrema derecha venezolana que, amparados por el imperialismo norteamericano, busca atender y boicotear los importantes avances que el Gobierno Bolivariano ha conseguido dentro del nuevo sistema de producción, distribución y comercialización de combustibles en todo el país”.
Asimismo, indican en la misiva que “todo ello, se suma al expediente criminal de sanciones y amenazas de las que ha sido objeto la industria petrolera venezolana, durante los últimos cinco años”.
En este sentido, la comisión informa a todo el país que “han sido desplegados todos los equipos de PDVSA en el sitio del siniestro para activar los protocolos de contingencia respectivos, así como para adoptar todas las medidas necesarias a garantizar, de manera inmediata y en tiempo record, la restitución operacional de la infraestructura atacada y evitar la interrupción del servicio de distribución de combustible en esta importante región del país”.
