Isnaldo Jiménez, coordinador de la Comisión Eléctrica del Centro de Ingenieros de Carabobo, dijo que quisiera dar buenas noticias acerca del sistema eléctrico, pero no las tiene, más bien está seguro de que el problema va a empeorar si no se toman los correctivos, porque Guri no puede responder a la demanda del país.
Asegura que se tuvo en las manos la fuerza de 138 años para consolidar un sistema eléctrico venezolano, pero fue entre 1988 y 1993 que se creó el sistema interconectado nacional, con la aparición de esa magna obra que se llama Guri.
Pero ahí se colocaron todos los huevos de la cesta y quienes tenían la responsabilidad del sistema eléctrico comenzaron a mirar hacia arriba, sin hacer más nada.
Dijo que hay una cosa estructural importante. Desde el ‘60 había cuatro empresas eléctricas que manejaban el sistema eléctrico nacional, Edelca, Enelven, electricidad de Caracas y Cadafe.
“El esfuerzo fue tenaz, pero, a partir de la de la inauguración del sistema interconectado, que se pegaron todas las cargas aisladas, no se tomaron las responsabilidades de ese momento”, insistió.
Agregó que en el 92 las empresas detectaron que ya el sistema eléctrico nacional tenía un déficit de 10 mil megavatios y no se hizo nada. Eso se sintió en el 2007 cuando comenzaron los apagones.
Considera que el problema es por falta de voluntad política y dinero porque, aunque ha habido buenas inversiones, no se pudieron conseguir los recursos para terminar la segunda etapa de Guri para el desarrollo de los 10 mil megavatios adicionales e integrar los que faltan a partir del 92.
“El país va creciendo y los servicios deben ir a la par, pero eso no es así en Venezuela, siempre hay una excusa y no se busca la solución”, señaló.
Cree que el sistema eléctrico va a un proceso de regulación, más de lo que está ahorita, porque el Guri no puede sostener el sistema integral completo con sus 14 mil megavatios instalados, ha venido decayendo.
“No podemos exigirle más de lo que puede dar y no puede mantener la demanda que el país exige, por eso se le quita la electricidad a unos para darle a otros”, explicó.
Considera que el deber ser es sentarse en una mesa a hablar de las soluciones, recuperar las instalaciones abandonadas, informar la verdad de lo que está pasando y los cortes programados, y llamar al inversionista privado para dar una connotación diferente al manejo del servicio eléctrico.
Considera que el Estado debe reservarse la generación, pero la distribución y comercialización es parte de la gente.
“Debe haber capital privado para que eso se mejore, porque el gobierno nunca ha podido hacerlo todo en ninguna parte del mundo, siempre está la mano amiga de los inversionistas para que haya calidad de servicio”, manifestó.
“Va a empeorar el problema”, señaló, aunque tiene fe de que la gente de Corpoelec hace un esfuerzo grande para garantizar el servicio.