Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, asegura que la puesta en vigencia de la reforma de Ley del Impuesto a las Grandes Transacciones, que incluye el cobro de un 3% a las compras en dólares, ha generado una gran complicación y confusiones.
En entrevista con Sandy Aveledo, por Unión Radio, dijo que hay un proceso de desinformación muy grandes en términos de la aplicación del impuesto, el cual fue aplicado muy rápido sin el entrenamiento adecuado, sobre todo porque es un proceso complejo.
Pareciera sencillo aplicar el 3% a la compra con moneda extranjera, pero no lo es, primero porque hay pagos mixtos, que se hacen en divisas y moneda local, viene un problema de cálculo y no hay monedas o billetes para hacer cambios y dar vuelto es complejo.
El impuesto exige máquina especializada y comienzan a colapsar con la cantidad de operaciones.
Recordó que todas las operaciones en moneda extranjera, que incluye tarjetas de crédito, efectivo, una transferencia, se paga el 3%.
Lo que está exonerado son los pagos a través de cuenta que estén en la banca venezolana, por ejemplo, cuando se paga con tarjeta de débito contra una cuenta de ellos.
Señaló que no hay nadie que pueda no cobrarlo, si alguien no lo hace es porque de pronto no entiende cómo es el proceso, pero corre el riesgo de supervisión o multa. Algunos están dispuestos a pagar el monto mientras entienda bien como es el proceso, pero no detener las ventas.
“Es toda una complicación hasta que el mercado se acostumbre, se entienda bien y no haya una preparación bien”, manifestó.
Decir que el país se arregló es ridículo
Se le consultó acerca del movimiento comercial y artístico que ha habido en Venezuela, ante lo cual señaló que el país no se puede evaluar como uno solo, donde todo el mundo busca comida en la basura, es un profesor jubilado con un bajo ingreso, o hay gente pasando hambre.
Dijo que si lo hay, son venezolanos terriblemente afectados, pero no es todo el país, de allí el por qué algunos se sorprendan porque otros van a un concierto.
“Hablar de que porque una gente va a un concierto significa que el país se arregló es absolutamente ridículo, como también lo es decir que no se ha visto un cambio”, manifestó.