El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, emitió un comunicado este miércoles 25 de noviembre en el que acusó al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, de ser el principal responsable de «desencadenar y alimentar la actual situación venezolana», que ha derivado en el flujo migratorio de más de cinco millones de personas, muchos de los cuales han llegado a aquella isla buscando mejor calidad de vida.
Advirtió que en la actualidad, desde afuera se busca usar a «personas anónimas y sin rostro, armadas y con niños inocentes» en una especie de «asalto» con el fin de obligar al gobierno de Puerto España a aceptar la comprensión del estatuto de refugiados y tratados internacionales, que mandarían a la isla -con 1,3 millones de habitantes- a mantener las fronteras abiertas «a un vecino de al lado de 34 millones de personas incluso durante una pandemia».
Rowley afirmó que los funcionarios de la OEA y el gobierno de Estados Unidos “le han declarado la guerra a Trinidad y Tobago por la temeridad de no haberse unido a Elliot Abrams y al presidente Trump para forzar un violento cambio en Venezuela“, dijo en la misiva publicada por medios trinitarios.
“Actualmente hemos cerrado nuestras fronteras incluso a nuestros propios ciudadanos en esta pandemia y resistiríamos todos los esfuerzos de otros que están empeñados en forzar la apertura de nuestras fronteras a través de la inmigración ilegal».
«Apoyamos incondicionalmente el trabajo de las Naciones Unidas, pero esta amenaza y el persistente desprecio por los destacados esfuerzos humanitarios realizados por la gente de TT no se ajustan al espíritu y propósito del Acnur (Agencia de la ONU para los Refugiados)».
“Si después de todo eso, la imagen de nuestra nación se va a empañar mediante la facilitación de la penetración ilegal de nuestras fronteras, entonces ciertamente ese será el corte más descortés de todos. Hago un llamado a toda la gente de Trinidad y Tobago para que continúe siendo la gente humana y solidaria que hemos demostrado que somos, ya que no demonizamos a nuestros vecinos migrantes, pero todos seguimos protegidos por las leyes de Trinidad y Tobago».
Con información de Tal Cual