Los golpes de estado de Bolton…
…John Bolton, ex asesor de Seguridad Nacional de Donald Trump desde abril del 2018 hasta septiembre del 2019, reconoció en una entrevista por CNN, haber participado en golpes de estado fraguados o apoyados por el gobierno de Estados Unidos en el extranjero. Durante la conversación con el periodista Jake Tapper, este comentó “no se necesita ser brillante para intentar dar un golpe de Estado” a lo que el ex asesor de la Casa Blanca respondió: “Como alguien que ha ayudado a planear golpes de Estado, no aquí, sino en otros países, puedo decir que requiere de mucho trabajo”. Bolton pasó luego a hablar sobre la crisis de Venezuela de 2019, año en el que el gobierno estadounidense reconoció a Juan Guaidó como presidente interino. Sobre el asunto, Bolton aseguró que “la oposición intentó derrocar a un presidente elegido de forma ilegítima, Nicolás Maduro, y fracasó”. John Robert Bolton (Baltimore, Estados Unidos, 20 de noviembre de 1948) prestó sus servicios en varias administraciones presidenciales republicanas, y sirvió como representante Permanente de Estados Unidos ante la ONU desde agosto de 2005 hasta diciembre de 2006. Considerado como un Halcón, Bolton estuvo involucrado con la Committee for Peace and Security in the Gulf (Comisión para la Paz y la Seguridad en el Golfo, CPSG), Council on Foreign Relations (Consejo de Relaciones Exteriores, CFR), Federalist Society (Sociedad Federalista), National Policy Forum (Foro de Política Nacional) Project on Transitional Democracies (Proyecto de Transición de las Democracias), y la famosa U.S. Agency for International Development (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID). En su libro, “La habitación donde ocurrio,” publicado el año pasado, Bolton ya había dado detalles de los planes de Washington, bajo la presidencia de Trump y su propia gestión como Asesor de Seguridad Nacional, para provocar la caída del gobierno de Nicolás Maduro…Como dicen los abogados, “a confesión de parte…”
Las equivocaciones del G4…
…Desde la absurda autoproclamación de Juan Guaidó como “presidente interino” en Enero de 2019, los líderes del llamado G4, del sector opositor agrupado en la Plataforma Unitaria, han cometido toda clase de errores y desaguisados que ni siquiera admiten y de los que no se hacen, por lo tanto, responsables. El G4, un “cogollo” conformado por dirigentes de Primero Justicia (PJ); Acción Democrática Resistencia, como se denominan ahora los partidarios de Henry Ramos; Un Nuevo Tiempo (UNT,) y Voluntad Popular R, (por Resistencia también) como se identifican los adeptos de Leopoldo López y el mismo Guaidó, avaló la autoproclamación de este último, reconocido como decían y dicen todavía, aunque no sea verdad, “por más de 50 países.” Poco después, los mismos dirigentes del G4 apoyaron la realización de un megaconcierto benéfico en la frontera colombo-venezolana, organizado por los lados de Cúcuta por el magnate británico Richard Branson, quién nunca rindió cuenta de lo recaudado y, el mismo día, el ingreso de una supuesta ayuda humanitaria que terminó en un verdadero desastre, apuntalado por el escándalo Superlano. Luego vendría la tragicómica asonada del 30 de abril en las cercanías de La Carlota, que solo sirvió para que Leopoldo López, quién se encontraba en calidad de huésped de la embajada de España en Caracas, saliera del país. Y, un año más tarde, el velado apoyo a la Operación Gedeón, una “invasión” en mayo del 2020, en la que “en un asombroso cuento de arrogancia, incompetencia y traiciones,” como se describió en un reportaje de BBC News, trataron nuevamente de derrocar al presidente Maduro. Ese mismo año, en diciembre del 2020, se celebraron en Venezuela elecciones parlamentarias en las que el G4 se negó a participar, pese a que en el caso de Acción Democrática, el entonces Secretario de Organización, Bernabé Gutiérrez y unos 19 de los 25 secretarios generales, habían apoyado meses antes la participación de la tolda blanca en esos comicios. Lo cierto es que, como se dijo al inicio de este segmento, el liderazgo del G4 ha cometido monumentales errores, cosa que ha generado a sus más conspicuas cabezas índices de rechazo cercanos o superiores al 70% (Guaidó, Ramos, López, Borges, Rosales y Capriles.) Esos mismos “dirigentes” con la excepción de Henrique Capriles y el gobernador del Zulia, Manuel Rosales, continúan reconociendo al devaluado “interinato” de Juan Guaidó mientras se preparan para las elecciones presidenciales del 2024, para las que dicen andar buscando un candidato único que se enfrente al incumbente Nicolás Maduro, un presidente al que en teoría no reconocen y que irá por la reelección…Hablando de equivocaciones, cuatro destacados columnistas de The New York Times, que no conforman cogollo alguno como el G4; el premio Nobel de Economía Paul Krugman (Me equivoqué sobre la inflación); Zeynep Tufekci, profesora de la Universidad de Columbia y autora de “Twitter and tear gas: The power and fragility of Networked Protest,” (Me equivoqué sobre la razón porque las protestas funcionan); David Brooks, columnista de opinión del Times desde el 2003 y autor de “The Road to Character” (Me equivoqué sobre el capitalismo); y Farhad Manjoo, columnista de opinión del Times desde 2018 y autor de “Learning to live in a post fact world, (Me equivoqué sobre Facebook); han examinado en una edición digital del prestigioso diario estadounidense sus propios artículos, admitiendo que se equivocaron y reflexionando sobre sus errores de apreciación. En Europa, reconocidos dirigentes políticos españoles como Pablo Casado (Partido Popular) Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias (Unidas-Podemos) entregaron la jefatura de sus partidos ante los descensos, ni siquiera tan marcados, de sus respectivas organizaciones políticas en distintos procesos electorales. La semana pasada, en Gran Bretaña, el Primer Ministro Boris Johnson, renunció a su cargo al perder la confianza del partido Conservador y lo propio hizo poco después, en Italia, el premier Mario Draghi. Ejemplos como estos abundan. En todo el mundo. Pero en Venezuela parece que quiénes fracasan en su gestión de gobierno, quiénes se equivocan y quiénes pierden elecciones, en lugar de reflexionar, admitir sus errores y entregar sus jefaturas partidistas, se atornillan en sus cargos. Como lo hacen el presidente Maduro y sobre todo los repudiados líderes del G4. Casi todos son nuevamente aspirantes a la presidencia en el 2024…
El Sandinista Errante y la Comandante Dos…
…Como la “Comandante Dos”, a los 22 años, la estudiante de medicina Dora María Téllez, fue la tercera al mando en la operación del 22 de agosto de 1978, liderada por Edén Pastora (Comandante Cero) que ocupó el Palacio Nacional de Nicaragua en Managua, donde la Asamblea Nacional (AN) estaba en pleno período de sesiones. Los insurgentes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) capturaron en el asalto a más de 1000 civiles, entre ellos casi todos los diputados a la AN, mantenidos como rehenes para canjearlos a cambio del cumplimiento de demandas que incluían la liberación de prisioneros políticos del dictador Anastasio Somoza, un rescate monetario y la publicación de una serie de comunicados del FSLN en cadenas de televisión, radio y periódicos nicaraguenses. La Operación “Chanchera” catapultó a la fama al Comandante Cero, Edén Pastora e hizo de Dora María Téllez, una heroína de la revolución. El publicitado asalto a la AN, también tuvo repercusiones para la dinastía Somoza al poner de manifiesto la vulnerabilidad del régimen y ayudó al FSLN a obtener el apoyo de los gobiernos de América Latina, entre ellos el del presidente venezolano Carlos Andrés Pérez. Tras la operación Chanchera, miles de jóvenes y mujeres se unieron al movimiento sandinista. La insurrección popular creció de la mano del FSLN y el cruento régimen de Somoza fue derrocado el 19 de julio de 1979. El dictador huyó de Nicaragua y el Comandante Daniel Ortega Saavedra, junto al socialdemócrata Sergio Ramírez Mercado; el pro-sandinista Moisés Hassan Morales; el empresario liberal Luis Alfonso Robelo Callejas, y Violeta Barrios de Chamorro, viuda del periodista y político Pedro Joaquín Chamorro Cardenal instalaron la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional. Robelo y Chamorro dimitieron en 1980, y Ortega, junto a otros miembros del Frente Sandinista consolidó su poder y en noviembre de 1984 fue elegido presiente por un período de 5 años. Derrotado por Violeta Chamorro en las elecciones de 1990, Ortega regresó al poder en el 2007 y desde entonces gobierna con mano firme a Nicaragua. Ortega ha terminado por convertirse en el dictador que, al igual que Dora María Téllez, combatió en su juventud. HOY, La Comandante Dos, se encuentra en prisión…En Febrero de este año, otro Héroe de la Revolución Sandinista, el general retirado Hugo Torres (Comandante Uno de la Operación Chanchera) murió en una cárcel de Ortega y de su esposa y actual vicepresidenta, Rosario Murillo. En el 2014, luego del fallecimiento de Gabriel García Márquez, Murillo, a la sazón primera dama de Nicaragua, recordó al Premio Nobel de Literatura 1982, al hacer pública una nota dedicada con su puño y letra al presidente Daniel Ortega en la que el laureado escritor colombiano se proclamaba como “un Sandinista Errante”. “Esta dedicatoria es una declaración de amor de Gabriel García Márquez a Nicaragua, a la revolución, a la mística, al sandinismo que es cristianismo, socialismo y solidaridad”, subrayó entonces Murillo. Jamás se imaginó García Márquez que Ortega terminaría convertido en un autócrata. Ni que la Comandante Dos, terminaría en una prisión. En su celebrada crónica sobre el asalto al Palacio Nacional, García Márquez, el Sandinista Errante, describió a Dora María Téllez, la única mujer del comando, como “una muchacha de 22 años, muy bella, tímida y absorta, con una inteligencia y un buen juicio que le habrían servido para cualquier cosa grande en la vida…” A sus 66 años, Dora María Téllez, languidece, sin perder su grandeza, en la prisión de un sandinista trastocado en dictador…
El Papa en Canadá…
…El Papa Francisco inició el domingo 24 de julio una visita histórica a Canadá para disculparse con los pueblos indígenas por los abusos de los misioneros en las escuelas residenciales, un paso clave en los esfuerzos de la Iglesia católica para reconciliarse con las comunidades nativas y ayudarlas a recuperarse de generaciones de sufrimiento. Francisco besó la mano de un sobreviviente de una escuela residencial cuando fue recibido en el aeropuerto de Edmonton, Alberta, por representantes indígenas, el primer ministro canadiense Justin Trudeau y Mary Simon, una inuk que es la primera gobernadora general indígena de Canadá. El gesto del Papa marcó el tono de lo que Francisco ha dicho es una “peregrinación penitencial” para expiar el papel de los misioneros católicos en la asimilación forzada de generaciones de niños nativos. La visita papal ha despertado emociones encontradas en todo Canadá… La disculpa de un Papa es un fenómeno relativamente moderno, segun Jeremy Bergen, experto en disculpas de la iglesia y profesor de estudios religiosos y teológicos en el Colegio Universitario Conrad Grebel en Waterloo, Ontario. “Durante 1900 años, las iglesias no se disculparon por las cosas malas que hicieron”, dijo Bergen. Ahora que las iglesias admiten sus errores y se disculpan, esperamos que los políticos venezolanos tomen nota de eso…